MALADETA ORIENTAL
La guinda del pastel
Esta temporada de esquí de montaña ha sido muy intensa. He acumulado muchos metros de desnivel en entrenamientos, competiciones, salidas con amigos...Pero no había hecho ningún pico importante, y esto no podía quedar así. La Maladeta es un pico al que le tenía ganas desde hacía tiempo, y además este año la zona está muy cargada de nieve. Así que, tras "arduas" negociaciones con Álvaro, organizamos una perversa salida relámpago hacia los Pirineos.
Esta temporada de esquí de montaña ha sido muy intensa. He acumulado muchos metros de desnivel en entrenamientos, competiciones, salidas con amigos...Pero no había hecho ningún pico importante, y esto no podía quedar así. La Maladeta es un pico al que le tenía ganas desde hacía tiempo, y además este año la zona está muy cargada de nieve. Así que, tras "arduas" negociaciones con Álvaro, organizamos una perversa salida relámpago hacia los Pirineos.
Será una escapada express en toda regla, puesto que saldremos a las 3 de la mañana del sábado hacia Benasque, subiremos el pico, y volveremos a Madrid para estar en casa antes de las 11 de la noche. Y en esta ocasión se anima también Arturo, al que no le importa repetir cumbre debido a las excepcionales condiciónes nivológicas y climatológicas de las que disfrutaremos.
Poco antes de las 9 de la mañana salimos con los esquís puestos del aparcamiento del Hospital de Benasque por la pista nevada que se dirige hacia la Besurta. Al final del Plan d'Están, abandonamos dicha pista para desviarnos a la derecha tomando el camino de invierno al refugio de la Renclusa, que alcanzaremos en hora y media de marcha.
A partir de aquí la huella es enorme, puesto que compartiremos, hasta el Portillón Superior, camino con el resto de montañeros y esquiadores que se dirigen hacia el más transitado pico Aneto. Una vez superado este punto, ya dentro del glaciar de la Maladeta, vemos nuestro objetivo muy cerca.
En 5 horas hemos llegado al comienzo del corredor donde dejaremos los esquis, y que tendremos que superar con crampones y piolet para alcanzar el collado de la Rimaya, que nos dejará en la arista que se dirige, ya sin apenas dificultades, a la afilada cima de la Maladeta. Gracias al maravilloso día que hemos encargado, y a las estupendas vistas que desde este punto disfrutamos, permanecemos durante casi 30 minutos haciendo fotos y charlando en la cima de esta preciosa montaña.
Y para volver, tras bajar la empinada canal que habíamos superado con anterioridad, nos dirigimos en media ladera hacia el collado de Paderna. De esta manera evitaremos tener que recorrer la pista de la Besurta, y gozamos esquiando por unas palas amplias y con una nieve en muy buenas condiciónes hasta los Tubos de Paderna. Muy divertidos tubos, que nos dejarán directamente en el Hospital de Benasque sobre las 5 de la tarde.
Recogemos, nos cambiamos, y tras un rápida comida nos ponemos en marcha, puesto que todavía queda un largo viaje hasta Madrid. De esta maravillosa manera cerramos la temporada de esquí de travesía, y comenzamos a pensar en la de carreras de montaña, cuyo primer objetivo tendremos en 3 semanas, en el Cross 3 Refugios.
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