GRAN TRAIL PEÑALARA 2014
110 kilómetros y 10.200 metros de desnivel de sensaciones a flor de piel
Tras un Mapoma inquietante, donde sufrí mas de lo debido, un 3 Refugios ilusionante y un MAM en el que, salvo por un pequeño fallo que me hizo temer por mi participación en el GTP, fue excepcional en lo que a sensaciones se refiere, ha llegado el momento de sufrir, ha llegado el momento de luchar, ha llegado el momento de disfrutar.
He pasado la noche dentro de los escasos 2 metros de diámetro del círculo de luz del frontal, pero llegando al puerto de la Morcuera amanece, y las sensaciones se disparan. Me siento libre como nunca descendiendo con los primeros rayos de luz hacia Rascafría, donde me espera Arturo. Y a partir de aquí, carrera nueva. A pesar de llevar ya 50 kilómetros me encuentro con las fuerzas intactas, y cada vez aumento más el ritmo de camino al puerto del Reventón. Y la subida a Peñalara continua en la misma tónica.
Tras un Mapoma inquietante, donde sufrí mas de lo debido, un 3 Refugios ilusionante y un MAM en el que, salvo por un pequeño fallo que me hizo temer por mi participación en el GTP, fue excepcional en lo que a sensaciones se refiere, ha llegado el momento de sufrir, ha llegado el momento de luchar, ha llegado el momento de disfrutar.
A las 9 de la tarde-noche salimos de casa. Eva y los niños me van a acompañar a la salida. Una vez en Navacerrada deambulo como un fantasma entre el gentío. Me encuentro muy nervioso, y tan solo las palabras de ánimo de Eva parecen hacer que vuelva a la realidad. Por fin llega la hora de la salida, y tras las despedidas, comienza la aventura del GTP
He pasado la noche dentro de los escasos 2 metros de diámetro del círculo de luz del frontal, pero llegando al puerto de la Morcuera amanece, y las sensaciones se disparan. Me siento libre como nunca descendiendo con los primeros rayos de luz hacia Rascafría, donde me espera Arturo. Y a partir de aquí, carrera nueva. A pesar de llevar ya 50 kilómetros me encuentro con las fuerzas intactas, y cada vez aumento más el ritmo de camino al puerto del Reventón. Y la subida a Peñalara continua en la misma tónica.
Tras coronar, comienza la bajada hacia la Granja. Al principio terreno pedregoso, luego muy empinado y finalmente por senderos que nos dejan correr con alegría hasta la llegada al avituallamiento del kilómetro 80, donde nos encontramos con Eva, Elena y Alejandro, a los que en esta ocasión se han unido Álvaro y Sara. Saciada el hambre con unos riquísimos bocadillos, continuamos camino con el objetivo puesto en el puerto de la Fuenfría.
Bajando hacia La Granja |
El camino es prácticamente llano y largo, muy largo, hasta la Casa de la Pesca. Siento q se me acaban las fuerzas, el dolor en las piernas es cada vez más intenso y no soy capaz de luchar contra ello. El tiempo avanza muy rápido y los kilómetros muy lentos. Nos encontramos con un muro de piedra descompuesta en el que literalmente me cuelgo de los bastones que Arturo me cede. Paso a paso, como si a 8.000 metros me encontrara, voy avanzando mientras me sobrepasan cada vez más corredores.
Progreso en un silencio amortiguado, donde de fondo oigo la voz de Arturo animándome para que no caiga. De repente su voz se vuelve más nítida. Levanto la cabeza y a escasos metros veo un grupo de unas cinco personas. Al llegar a su altura, tras ellos veo una fuente. No puede ser! Estamos en la Fuenfría? Me refresco, bromeo, rio....iniciamos el camino Schmidt hacia el puerto de Navacerrada comiendo un bocadillo que nos entregó Eva en la Granja. Al ponerse el terreno favorable comienzo a trotar. Siento las piernas ligeras y acelero, esquivo las rocas del camino y empujo con fuerza el suelo para superar corriendo los pequeños repechos.
Apenas queda un kilómetro para llegar al puerto, y nos encontramos con Eva y los niños, Álvaro y Sara. Me invade una alegría inmensa. Corren a nuestro lado hasta que atacamos las primeras rampas en dirección al collado del Emburriadero, la última subida del día. Ahora veo el fin. Respiro hondo y reservo fuerzas. En cuanto llegue al collado me lanzaré a todo lo que me den las piernas hacia la Barranca. La concentración es máxima. Las piernas responden, me impulsan con fuerza al salir de cada curva o al saltar algún obstáculo. Pongo los pies donde yo quiero, siento que tengo el control y me divierto.
Bajada por la Tubería hacia la Barranca |
En medio de tanta euforia, me tropiezo con una raíz que a punto hace que termine con los huesos rodando por el suelo. Arturo me hace entrar en razón, y el resto de bajada será mucho más tranquila hasta la entrada a Navacerrada. Me voy acercando al centro y se va enmudecimiento el ambiente. Cada vez veo a más gente animando, pero no oigo nada. Me siento dentro de una nube que se esfuma cuando veo a Eva, Álvaro y Sara levantar los brazos.
Ahora si. He llegado. Elena y Alejandro salen a mi encuentro y tirando cada uno de un brazo, me acompañan a disfrutar del paso por el arco de meta. Estoy tan cansado que ni siquiera soy capaz de dejar salir toda la emoción que me invade en este momento. En cuanto al resultado, para mis objetivos ha sido espectacular. 20 horas y 17 minutos, y puesto 123 de 368 clasificados.
Mención especial para Arturo, quien me ha acompañado desde Rascafría. Durante los más de 60 kilómetros que hemos compartido, me ha animado en los mejores momentos, alentado en los peores y templado en los de mayor euforia. Sin duda un apoyo indispensable para haber acabado esta gran carrera de la mejor forma posible. No hay palabras que lo puedan agradecer suficiente, solamente intentaré acompañarte en todos los entrenamientos que pueda antes del UTMB.
Bravo Jesus, hacia tiempo que no leía nada en los blogs, pero lo del GTP no podía dejar de leerlo.
ResponderEliminarUna carrera impresionante, muy controlada la llevabas por lo que se lee.
Enhorabuena!
Muchas gracias Miguel! La verdad es que salió todo perfecto ;-)
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