Tresmiles en Sierra Nevada

Qué lejos está el Mulhacén...


No sé si esta vez he sido yo o Arturo, pero una vez más nos liamos, y nos vamos a Sierra Nevada a saldar un cuenta pendiente. El año pasado un infernal viento nos hizo volver a casa sin haber siquiera coronado el pico Veleta, pero hoy saldremos de madrugada y volveremos a la hora de la cena con el Veleta y el Mulhacén en la mochila.
 
Subiendo por las pistas de Sierra Nevada
 
El comienzo de la subida al pico Veleta es cómodo por las pistas de Sierra Nevada, para volverse algo más incómodo a escasos 100 metros de la cima, donde la nieve se encuentra dura y venteada. Las vistas son preciosas, y tras el gran tajo de su cara este, de casi 500 metros, damos vista al pico Mulhacén, el segundo objetivo del día. Arturo ha llegado con síntomas de una pequeña pájara, así que comemos unas barritas y algún riquísimo dulce casero que nos ofrecen unos compañeros.
 
En la cima del Veleta
 
Comenzamos el descenso asomándonos varias veces sobre las vertiginosas paredes y constatando que, hasta que no llegamos prácticamente hasta el collado de la Carihuela, no podemos iniciar el descenso con seguridad. Lo que podría ser una bajada muy disfrutona, se convierte en una un poco tensa debido al desconocimiento del terreno. Una vez puestas de nuevo las focas, comenzamos una larguísima media ladera hasta las inmediaciones del refugio de la Caldera, donde ya atacaremos la empinada y directa pala que nos dejará en la segunda cumbre del día.
 
Último esfuerzo antes de coronar el segundo tresmil del día
 
La pájara de Arturo se ha confirmado, y le ha costado un gran esfuerzo llegar hasta aquí. Pero gracias a una gran fortaleza mental lo ha conseguido, y el pico más alto de la península, el  "Mulay Hasan" o "El Cerro", con sus 3.478 metros se rinde a nuestros pies. Tras sortear una zona de rocas y hielo, nos recompensa con un maravilloso descenso por su cara oeste.
 
Cima del Mulhacén, o El Cerro
 
La vuelta hasta el collado de la Carihuela es como antes larga y pesada, pero una vez alcanzado este punto, casi podemos dar por concluida la salida de hoy. Muy dura ascensión, por los casi 30 kilómetros de distancia cubierta, los prácticamente 2.500 metros de desnivel positivo acumulado, y por las 6 horas de esfuerzo por encima de 3.000 metros. Pero por fin nos hemos quitado la espinita que nos quedó el invierno pasado, y nos volvemos a Madrid contentísimos por el gran día que hemos disfrutado y por la superación con nota de esos momentos de flaqueza que a todos nos llegan antes o después.
 

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